viernes, 1 de junio de 2012

Grand Central Terminal

Inaugurada en febrero de 1913 y reformada en 1998, Grand Central Terminal es una de las joyas arquitectónicas de Nueva York. Es un lugar que ha conseguido sobrevivir conservando su estilo durante casi un siglo.

Historia

La estación actual fue construida sobre la antigua Grand Central Station, inaugurada en 1871 y con un nombre que aún muchos utilizan para referirse a la estación actual.
La construcción de Grand Central Terminal vino motivada por la necesidad de soterrar las vías y jubilar los trenes a vapor. Desde sus primeros bocetos, las obras tardaron 10 años en completarse.

El declive

En los años 50, el boom del automóvil y la creación de nuevas zonas residenciales hicieron que el tren cayera en desuso. Estos motivos, unidos el gran incremento de precio del terreno en Manhattan, pusieron a la estación pendiente de un hilo.
Finalmente, para salvar la estación, decidieron construir zonas comerciales en ésta y vender el edificio de oficinas que habían construido en su parte trasera.
De esa venta surgió el rascacielos de la Pan Am (ahora MetLife), de 59 plantas.

Interior de Grand Central

Si bien más de 100.000 personas utilizan esta estación a diario, este número queda diezmado por la cantidad de turistas que entran a comprar en sus tiendas, comer en sus restaurantes o, simplemente, hacer fotografías del edificio.
La parte más llamativa de la estación es sin duda su hall, Vanderbilt Hall es una sala de espera de más de 1.100 metros cuadrados. Lo más sorprendente de la sala, además de su tamaño, son sus techos y la decoración en general.

Una parada obligada

Pocos viajeros quieren perderse uno de los halls más impresionantes del mundo y visitar una de las estaciones de trenes más famosas del país. Es una visita obligada.

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